En la previa de la visita a Argentina por las clasificatorias, el referente de Paraguay, Gustavo Gómez, brindó una entrevista el portal web de la FIFA, donde habló de su gran objetivo personal y de todo un país de cara al 2026.
El defensor todavía tiene en la retina y en la memoria aquella inolvidable campaña de la Albirroja en Sudáfrica 2010 en la que, con 17 años, tuvo el privilegio de ir como sparring. “Viví ese Mundial como si formara parte del equipo. La sensación cuando (Óscar) Cardozo marcó el penal contra Japón fue increíble. El partido contra España fue una locura. Participé en los entrenamientos, algo increíble para un niño. Aprendí mucho. La experiencia fue inolvidable”, rememoró.
Hoy con 30 años cuenta con un palmarés envidiable a nivel de clubes siendo ídolo del Palmeiras. Sin embargo, el capitán de la selección nacional todavía no cumplió con la misión más importante de su carrera. “Es un gran sueño. Es algo que realmente espero que ocurra. Tengo mucha fe. Tenemos un gran equipo, un grupo muy unido. Perderse un Mundial duele mucho. Ya ha sido demasiado tiempo para Paraguay, un país cuya gente ama el fútbol, y no queremos que dure más. Todos tenemos muchas ganas. Vamos a darlo todo”, aseguró.
Difícil pero no imposible
Sobre la complicada parada de este jueves en el Monumental, el zaguero guaraní sabe que ante la albiceleste no habrá margen para el error pero los antecedentes positivos en Buenos Aires por Eliminatorias motivan al plantel albirrojo.
“Está claro que son un gran equipo, campeones del mundo y con muchos jugadores de calidad. Nuestro marcaje tiene que ser impecable. Tenemos que intentar hacer nuestro juego, utilizar a nuestros jugadores de calidad para intentar conseguir la victoria que queremos. En los últimos años logramos buenos resultados contra Argentina e intentaremos conseguir otro”, comentó.
Además de la preocupación de enfrentar a una selección totalmente aceitada como la Scaloneta, Gómez se refirió a lo que hay que hacer para tratar de frenar a Lionel Messi. "¿Qué puedo decir? (risas). Es muy difícil. Es una clase diferente. Aparte de toda su habilidad, es extremadamente inteligente. No podés perder la concentración ni un segundo. Tenés que trabajar en equipo”, señaló.