La trágica noticia de la muerte del pequeño piloto de minimotos, Marco Scaravelli, sacudió en la semana anterior a la localidad de Viadana, ubicada al norte de Italia, y al mundo entero. El niño de tan solo 6 años se estaba iniciando en el deporte de dos ruedas, cuando días atrás sufrió un accidente en medio de un entrenamiento en el Racing Park, lo que le causó daños irreparables en el cerebro que posteriormente derivó en la muerte.
“Marco comenzó a acelerar y perdió el balance. Iba al máximo. Tocó a un niño, pasó la barrera y se fue directo contra una puerta de hierro”, relató el padre del niño, Cristian Scaravelli, al periódico Corriere della Sera.
Un pequeño gigante
Marco tuvo siete días de ardua lucha para mantenerse con vida, sin embargo, al conocer su inminente desenlace final, decidió donar sus órganos vitales a otros niños para que estos puedan seguir disfrutando de su infancia. “Hoy, Marco ha decidido donar su segundo riñón, el hígado, los pulmones y el corazón. Hoy en día, gracias a Marco, 5 niños podrán comenzar una nueva vida”, publicó el padre del minipiloto en su cuenta de Facebook.
Su progenitor insistió con el gran gesto que tuvo Marco “Todo el mundo debe saber quién fue Marco”, agregó. El minipiloto italiano tuvo una honorable despedida. Un centenar de personas acudieron a su procesión que se realizó el martes pasado en la región de Lombardía.