El capitán de la Albirroja Indígena, Serafín Chávez, fue la voz de mando dentro y fuera del campo de juego. El zaguero central, aprovechando la experiencia de su trabajo, fue el líder positivo en un grupo de jugadores amateurs, provenientes de diferentes puntos del país y que se juntaron para representar a la nación y terminaron convirtiendo a Paraguay en el Cacique de América.
“Soy Militar, soy Vicesargento 1°, en agosto debería tener mi ascenso. Posiblemente por eso el profe (César Benítez) me eligió como capitán del equipo. Uno de mis sueños era ser futbolista profesional, pero no tuve oportunidades, por eso opté por el otro sueño que tenía, que era ser militar. Por suerte, ahora se cumplieron los dos sueños, representando a mi país en un torneo”, comentó Serafín en La Mañana Cardinal.
¡Basta de racismo!
Sin embargo, en medio de esa inmensa alegría, Chávez lamentó la situación que atraviesa la mayoría de los indígenas en nuestro país que son constantemente discriminados. “En cualquier parte del país, los indígenas somos discriminados por muchas cosas. Un indígena viene a pasearse en Asunción y le miran con otros ojos, como si fuera a robar. Siempre somos maltratados. Todavía no nos están aceptando en la sociedad”, se descargó el flamante campeón.