El fútbol nos regala estas cosas, padre e hijo estirando del mismo carro y abrazados a la misma profesión en una cancha de fútbol. Es lo que ocurre en el club Pilcomayo de Mariano Roque Alonso, que milita en la Primera C de nuestro fútbol, donde Julio Ortellado (padre) y César Ortellado (hijo) son compañeros de equipo.
Julio admitió que el mejor regalo para un padre es tener el cariño de su hijo. “En el Día del Padre siempre hay un regalo material. Pero siempre que él me demuestre cariño y que yo siempre pueda contar con él para todo, es el mejor regalo que uno pueda llegar a tener y es mucho más importante que un regalo material”, explicó Julio a EXTRA.
“En la cancha soy el que tiene más autoridad por ser el padre, hablo bastante fuerte. Por ahí se puede agarrar mal pero él sabe cómo soy. Soy uno de los que más le exige dentro de la cancha. Algunos me pueden decir que me plagueo mucho pero él ya me conoce. Es un chico ejemplar, trabaja, estudia y practica fútbol. Estoy muy orgulloso de él”, enfatizó.
César, por su parte, se siente muy orgulloso de tener a su padre como guía. “Pienso que el mejor regalo para él es pasar todos los días con su hijo trabajando, practicando”, respondió.