El Defensores del Chaco vistió sus mejores galas, de punta a punta. La afición se volvió a enganchar con la Albirroja, que había encendido el sueño mundialista de vuelta y necesitaba cumplir en casa para confirmar que llegar a Rusia sí era posible. Pero como esta es la Eliminatoria de los batacazos, Uruguay rompió su maleficio en Asunción y amargó la noche a los paraguayos.
La jornada no fue turbulenta ni mucho menos. Si bien la Albirroja no encontró el camino para dañar a La Celeste, la visita tampoco consiguió generar peligro frente a la portería de Antony Silva. La primera mitad se cerró en blanco y sin mucho dramatismo, hasta con demasiada tranquilidad.
Paraguay comenzó a adelantar sus líneas y a animarse a más en el complemento, pero con mucha calma, con mucha paciencia para no llevarse ninguna sorpresa. Sin embargo, cuando parecía que había que conformarse con un empate sin goles, la fortuna sonrió a los charrúas.
Federico Valverde encontró un rebote, activó un misil de primera, la caprichosa se desvió en Richard Ortiz y terminó en la portería de Silva. Baldazo de agua fría. Era demasiado premio para una selección celeste que no había hecho mucho.
Hasta la última gota
La cosa empeoró cuando Uruguay aplicó la segunda estocada. Luis Suárez pateó por el travesaño, el rebote pegó en Gustavo Gómez y terminó en el arco albirrojo.
Los minutos finales fueron infartantes, especialmente luego del descuento de Ángel Romero, a los 88’. Paraguay empujó con fuerza, pero Uruguay candadeó su pórtico y se llevó tres puntos que lo ponen con un pie en el Mundial.
La mayoría de los resultados jugaron a favor, pero la Albirroja lo desaprovechó. No obstante, no está dicha la última palabra y aún no pasó el último colectivo a Rusia 2018. Mientras haya esperanzas, habrá que pelear. El próximo combo será en octubre.