Julio C. Cáceres levanta el trofeo de campeón, ante el júbilo de todos sus compañeros. El Indio fue el mejor del segundo semestre. No fue la idea primaria, pero el traspié no impidió gritar a los 4 vientos: ¡Guaraní, Campeón! El Legendario se cansó de desperdiciar frente a la portería de Diego Barreto, la primera que la mandó a guardar no valió por offside y un gol olímpico de “Piru” Contrera no sirvió por culpa del asistente. Barreto la sacó de adentro.
El Indio entró con ganas de redondear una fiesta completa, pero apareció el “Chano” Candia para romper el cero a los 69’, aprovechando un penal y decretar un doloroso 1-0 franjeado, que terminó con honores en el segundo lugar del torneo Clausura.
Pero la calentura de la derrota, especialmente por los goles anulados, pasó a un segundo plano con el pitazo final. Dedos apuntando hacia el cielo y algunas lágrimas resaltaron en los futbolistas aurinegros para festejar la esperada estrella N°11 del Cacique, cortando una sequía de 6 años sin conquistas.
Sabor especial
El público legendario vibró y cantó durante la entrega del trofeo, que el capitán Julio César Cáceres se encargó de mostrar a todo el estadio. “Esta copa tiene un sabor especial por el tiempo en el club y los intentos de ganarla”, expresó Cacerito. Olimpia recibió el trofeo de vicecampeón.