Arsenio González es un fanático cerrista que dio a conocer los tesoros azulgranas que guarda en su casa.
El hincha del Ciclón mostró a Tigo Sports su colección de casacas de Cerro Porteño. Las más antiguas datan de 1987 y la mayoría son de exfutbolistas, pero aclaró que jamás pecheó a ninguno de ellos. “Nunca le pedí a un jugador su camiseta. Las que tengo hasta ahora las conseguí a través de amigos o de regalos de mi mamá o de mi hermana”, indicó.
González posee 107 camisetas de su club y solo hace unos días se percató de su enorme colección. “Esto de contar me salió hace una semana por ahí que abrí mi placar y ahí recién me di cuenta lo que tengo”, comentó el fanático a EXTRA.
Desde el 2011 se decidió recolectar las pieles azulgranas. “Primero juntaba camisetas deportivas, tenía prácticamente de todos los clubes de Sudamérica. Después sí me enfoqué netamente en las de Cerro, dejé de comprar las de otros clubes y me obsesioné con las de Cerro para tener la mayor cantidad”, mencionó.
Una de sus adquisiciones favoritas y la única que utiliza de las 107 que tiene es una de edición especial que apareció en un superclásico y la vistió un conocido delantero español. “Sola una llevo a la cancha, la Diadora que salió en el 2014, me parece un diseño muy lindo. Es de Dani Güiza, me consiguió mi cuñado”, contó.
Si tuviera que hacer un Top 5 de sus casacas, Arsenio dijo que pondría en primer lugar la de Puma 1999, segundo a la Topper 2001, tercero la Diadora 2012, luego la Kappa 2011 y quinto al modelo Puma 1993.
LA PIEL DEL LEÓN
El coleccionista manifestó en la TV que si pidiera alguna vez a un jugador la camiseta, sería a su ídolo Nelson Haedo.
Rápidamente sus palabras llegaron al oído del León Guaraní quien no dudó y le regaló una de sus pieles. “Haedo dio su ok. Me confirmó que me va a dar la camiseta. Va a ser la primera vez que un futbolista me da en la mano”, resaltó emocionado.
Pero eso no es todo un amigo del fanático azulgrana también le dio una sorpresa.
“Ayer un amigo vio la entrevista y me envió de regalo una camiseta, ahora esta es la 109 y pasa a ser mi mayor tesoro”, dijo Arsenio haciendo referencia a la casaca de Haedo.
Por último, señaló que no parará de juntar casacas para dejarle el hábito y un legado a su hijo Ezequiel por medio de la misma pasión que los une, el Ciclón de Barrio Obrero.