Libertad no jugó en un gran nivel, pero trajo un importante resultado. Mencia (der.) tuvo un arduo trabajo ante los chilenos.
Libertad saltó al césped del estadio Elías Figueroa como el primer equipo paraguayo en debutar en la presente edición de la Copa Sudamericana.
Las emociones no se hicieron sentir en la primera etapa del encuentro. Santiago Wanderers intentó hacer pesar su localía con más ganas que buen fútbol frente a un elenco albinegro que se paró bien en la cancha. El Guma lo espero y evitó conceder espacios que pudieran crear consecuencias al arco de Pablo Torresagasti.
La ausencia de David Pizarro , el jugador de “fantasía”, le pasó factura a los dirigidos por Emiliano Astorga.
El conjunto paraguayo fue tomando mayor presencia en el cotejo con el correr de los minutos y buscó sorprender a los chilenos por medio de los arranques de Richard Ortiz, Wilson Leiva y Jorge González.
El dueño de casa entró con más ganas en la complementaria. Poco a poco fue conduciendo las acciones y se arrimó con más claridad al pórtico contrario. Con dominio absoluto, parecía que era cuestión de minutos para que abriera el marcador.
Jorge Ormeño ensayó un tiro colocado que se estrelló en el poste de Torresagasti. Eso fue lo más claro del cuadro chileno, pero el Repollero respondió por medio de Jorge Recalde, aunque sin mucha fortuna.
El choque tuvo un breve espacio de ida y vuelta, pero rápidamente la dinámica fue apagándose y se volvió al mismo trámite de la primera fracción.
Hombres de refresco
Ambos entrenadores comenzaron a mover su banca de suplentes, pero los cambios no aportaron mucho en la propuesta de los contrincantes. El empate terminó siendo un gran negocio para los liberteños, que no mostraron un alto nivel. Sin embargo, la gran ventaja obtenida es que no recibieron goles. El Guma define la serie el martes en el Nicolás Leoz.