Por la sanción de la FIFA, Olimpia no pudo contratar a ningún refuerzo para esta temporada y se rebuscó en su cantera, donde encontró a unas cuantas promesas que hoy día son toda una realidad. Ese es el caso de Marcos Gómez, que había debutado en el 2021 pero explotó todo su potencial desde esta temporada.
A sus 16 años el mediocampista ya marcaba la diferencia en su categoría y, cuando iba a dar el salto directo al plantel principal, sufrió un delicado accidente futbolístico difícil de sobrellevar.
“A mí me tocó tener una de las peores lesiones que es el ligamento cruzado. Fue complicado porque cuando eso estaba en un momento bueno a punto de tener mi pretemporada con la Primera y en el último partido de Reserva me rompí contra Nacional, fue un momento de mucho dolor”, recordó el jugador.
Eso le ocurrió a mitad del 2018 y entre que se curaba y volvía al ruedo en las formativas se retrasó por tres años su debut en la División de Honor, que se produjo en el Apertura del 2021 a los 19 pirulos. Atravesar por ese proceso puso a prueba la fortaleza física y mental del juvenil franjeado.
“Es difícil porque uno no espera ni piensa en eso, pero las lesiones se presentan, estamos expuestos y me costó. Volví después de 8 largos meses de recuperación, gracias a Dios volví bien y tuve la oportunidad de jugar en la Sub 18. Hice una buena rehabilitación y eso me ayudó muchísimo para que hoy pueda estar bien físicamente”, contó en Tigo Sports.