Blas Valenzuela terminó el campeonato con la valla menos vencida, estando ausente solamente en cuatro partidos. El arquero paraguayo, Blas Valenzuela, fue el candado y una de las piezas que hizo posible el título del Macará en la Serie B y el ascenso a la División de Honor del fútbol ecuatoriano. Este es uno de los logros más importantes del paraguayo en su carrera deportiva, en su primera experiencia internacional.
“Gracias a Dios salimos campeones y conseguimos el ascenso. Salimos la valla menos vencida. Una experiencia muy bonita, la ciudad muy linda, me trataron muy bien, la hinchada me agarró mucho cariño”, expresó el jugador a EXTRA.
Defender la portería es una vocación para Blas, pero hacerlo fuera del país no fue nada sencillo. “Allá extrañé a la familia, a mi novia, a mis padres, además de la comida. Tuve que defenderme en la cocina con lo que sabía, pero todo bien”, relató.
Se pegó un susto
El golero contó cómo vivió el terremoto que azotó Ecuador en abril pasado. “Ese día jugamos en la ciudad de Ibarra, luego del partido fuimos a cenar a la casa quinta, donde concentramos y de repente empezó a temblar el piso, pero gracias a Dios donde nosotros estábamos no fue tanto. Pero el susto estuvo ahí”, recordó.