19 abr. 2024

Edgar e Iker, dos heroes uniformados en Itá

El suboficial Ibarra y su hijo, al rescate de niños y jóvenes en la ciudad del cántaro y la miel.

No son Batman y Robin, pero bastante parecidos; una pareja explosiva y que trabaja incansablemente por imponer la paz y el bien en su ciudad. Se trata del suboficial Edgar Javier Ibarra y su pequeño retoño, Iker, dos ídolos iteños que se encargan de hacer charlas para los niños y jóvenes acerca del terrible mal que no para de aquejar a la sociedad; la drogadicción.

Los protagonistas fueron invitados por la Asociación de Escuelas de Fútbol de Itá (AMEFI) para la entrega de medallas y trofeos a los campeones de las finales que se disputaron el fin desemana en la cancha de la Liga Iteña de Deportes, pero especialmente para aprovechar el momento y llevar el consejo de una vida saludable a los pequeños atletas.

“Lastimosamente, hoy en día cada vez más jóvenes caen en la drogadicción. Ellos tienen que saber que el éxito y las drogas no se llevan de la mano”, expresó Ibarra a EXTRA.

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Iker, de 5 años, siempre acompaña a su papá, también vestido de policía. “Le vestí uniformado para que aprenda a valorar el trabajo que yo hago, además le enseño lo que significa ser policía, porque hoy en día lastimosamente muchas personas ya dejaron de creer en los uniformados”, acotó.

Pequeño crack

No obstante, cuando se saca el uniforme, el niño es toda una sensación jugando a la pelota en la Escuela de Fútbol del Sportivo Iteño. “Creo que va a ser mediocampista, porque maneja muy bien la pelota y sus enganches son únicos. Se desenvuelve muy bien”, comentó el orgulloso papá.

De esa forma, Edgar e Iker se ganaron el respeto y el cariño de toda una ciudad, pero poco a poco ya son invitados en otras ciudades e incluso otros departamentos del país para que puedan dar sus charlas. “Esto es voluntario, a puro pulmón, con la ayuda de los amigos”, explicó el suboficial.

En el perfil de Facebook: La Raza Py, aparecen las fotos y los videos de las charlas que realizan los uniformados, ya sean en Escuelas de Fútbol o en instituciones educativas, con el objetivo de prevenir que más jóvenes caigan en la drogadicción. Además de inculcar valores.

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