Más allá de las polémicas generadas en torno al arbitraje, la Nueva Olla fue cuna de un sueño que se hizo realidad y de un gesto tan noble que demostró que el fútbol rivaliza por los colores pero une por la misma pasión.
Los astros se alinearon para que Horacio Almada, el arquero del Kelito, debutara el domingo en el estadio General Pablo Rojas. Estando aún en la Intermedia, el guardameta confesó que anhelaba atajar en las canchas de los grandes, Cerro Porteño y Olimpia.
Y fue así que, en la quinta fecha, debido a que Pablo Gavilán no podía estar en el partido por cláusula de contrato, porque su ficha pertenece al Ciclón, a Almada le tocó defender el arco de River.
Conmovido por el deseo de Almada, Alejandro Fernández, un fanático cerrista, decidió sorprender al arquero. “Cuando escuché eso (sobre el sueño de Horacio) me llegó al corazón y quise darle un regalo para que no se olvide de esta experiencia que está teniendo”, expresó el hincha en entrevista con Tigo Sports.
Mediante el programa Futboleros, el cerrista entró a los vestuarios y le entregó a Almada una camiseta del Ciclón.
“Muchas gracias por el cariño y por el deseo de la gente de Cerro. Me gustó que mi sueño se esté cumpliendo en la cancha”, respondió emocionado el guardameta que sufre un problema de audición.
Sin ser su intención, Fernández generó admiración de hinchas de todos los clubes. “El fútbol es para generar amigos, generar compañerismo y, más que nada, unir lo que es el fútbol paraguayo”, manifestó el fanático.