Mientras Luqueño está realizando un campañón en la Intermedia y está cada vez más cerca de retornar a la Primera, los barras bravas del Chanchón son la cara opuesta por los desastres que armaron durante el año y que lo siguen haciendo.
Ayer, el Auriazul visitó al Martín Ledesma en el estadio Erico Galeano de Capiatá con victoria de 1 a 0 para el delirio en las gradas de los casi 4.000 aficionados que fueron de la República para ver a su equipo como único puntero a falta de 6 fechas.
Sin embargo, en la previa los denominados “hinchas organizados”, que por cierto en mayo fueron suspendidos por 8 meses por la APF pero ingresan a las canchas como Juan por su casa, generaron disturbios camino a Capiatá. Las dos facciones Chancholigan’s y La Barra de Luque se cruzaron en una parte y se enfrentaron a pedradas por la calle. Vecinos de la zona grabaron el momento de los disturbios y llamaron al 911 atemorizados por la situación.
De hecho que los barras auriazules iban en unos 9 colectivos escoltados por la policía, aunque igual no lograron frenar el foco de violencia. Afortunadamente no se registraron daños materiales ni físicos de personas.
Una vez dentro del recinto deportivo las facciones fueron divididas en la gradería norte por un cordón policial y a la vuelta ya no hubo reportes de peleas entre ellos.