Es chico de estatura y porte físico, pero tiene un corazón enorme. El capitán de Sol de América, Aldo Vera, como muchos otros futbolistas, tuvo que remarla de abajo para llegar a ser un crack en el fútbol.
Al tener una familia numerosa, son incontables los sacrificios que tuvo que hacer el mediocampista por sus seres queridos. “Somos 8 hermanos, antes de Luque venía caminando hasta Campo Grande, no tenía para mi pasaje, casi en dos horas llegaba e iba caminando o trotando a las prácticas para que haya plata para comprar galletas para ellos”, relató el jugador del Danzarín en la 970 AM.
Como si todo eso fuera poco, lo más duro que pasó el jugador fue cuando murió su padre y tuvo que batallar y ser como un papá para sus hermanos.
Eso sí, mediante el deporte rey y gracias a todo el esfuerzo puesto, salió adelante y le tendió una gran mano a su madre, además de que ya tiene un poco más de comodidad para asistir al trabajo.
“Gracias al fútbol le pude ayudar a mi mamá para que tenga un comedor. Hoy en día ya tengo un autito y casa propia”, afirmó el guerrero solense.
Defender a su país
Pasando por un momento personal muy bueno, siendo eje y titular indiscutible en el Danzarín, el mediocentro apunta y sueña en grande. “En su tiempo estuve cerca de Guaraní y Olimpia, por cosas de la vida no se dio. Mi sueño es jugar en la Selección, nada es imposible”, finalizó. El sábado la rompió ante el Decano.