Sufrió una descarga eléctrica mientras soldaba. Ovidio Velázquez no puede comprar las prótesis.
Con la ayuda de sus muletas y un pilón que intenta reemplazar su pierna derecha, Ovidio Velázquez (21) se levanta cada día con la esperanza de que surja cualquier trabajo y así poder salir adelante.
En octubre del 2015, Ovidio sufrió una descarga eléctrica mientras realizaba soldaduras en la construcción de un tinglado. A consecuencia de las graves quemaduras, tuvieron que amputarle ambas piernas.
Desde ese terrible accidente, el joven no volvió a trabajar ni a estudiar debido a la dificultad para movilizarse. Ovidio es de una familia muy humilde, de Salto del Guairá, Canindeyú, y no cuenta con el dinero suficiente para comprarse las prótesis que necesita.
A pesar de los obstáculos, el muchacho aseguró que lo principal es tener las herramientas necesarias para abrir un taller en su casa y volver a trabajar. “Fabrico rejas y todo lo que me pidan. Yo solo quiero trabajar”, expresó el admirable joven.
CHICANAS
La empresa metalúrgica para la cual trabajaba Ovidio no le brindó ninguna asistencia tras el accidente sufrido durante sus labores. El caso fue denunciado. Sin embargo, el abogado del muchacho, Fernando Fleytas, explicó que los propietarios recurren a chicanas para dilatar el proceso.