E l peón montaba a caballo, iba a arrear a las vacas de la estancia, pero el animal por algún raro motivo se asustó, le echó a su jinete hacia un costado y se cayó sobre él.
“Me rompí tres costillas, dañó mis pulmones y fisuró mi cadera. Ahí comenzó mi tortura”, dijo a EXTRA Nery Adrián Ruiz Díaz, de 40 años.
El trabajador rural siempre gozó de buena salud, pero su vida cambió desde el pasado 11 de junio. Sin dinero y los patrones no le hicieron caso, supuestamente.
El accidente laboral ocurrió en la estancia La Española, en Teniente Esteban Martínez, en Presidente Hayes, a unos 311 km de Asunción. Añadió que llevaba dos meses y 15 días trabajando allí.
“El animal se tambaleó y cayó sobre mí, por suerte estaban unos compañeros que me alzaron en una camioneta y llevaron al Hospital de Filadelfia”, recordó. Ahí, los médicos le dijeron que debía ser trasladado a Asunción.
No quisieron pagar
Había una ambulancia, pero era privada, se debía pagar, pero los encargados de la estancia le dijeron que el servicio era muy caro y no tenían dinero.
Le dieron como “solución” que viaje en un micro de NASA. Le compraron el pasaje para el viernes 21 de junio.
Viaje de terror
Nery hizo una reflexión y pidió a las personas que se pongan en su lugar. Viajar en colectivo, más de 300 kilómetros, por ruta lleno de baches teniendo tres costillas rotas y la cadera fisurada. Simplemente inhumano.
“Fue un viaje de 6 horas y media. Con cada movimiento del micro el dolor que sentía era terrible”, comentó.
Llegó a la Terminal de Asunción y con la poca plata que tenía se fue al Hospital del Trauma. Allí se contactó con la amiga de su mamá (ya fallecida), quien le socorrió.
Nery tiene un hijo de 10 años, a quién debe pasar la prestación y ahora no puede. Le mensajeó a los administradores de la estancia, no le hicieron caso, ni siquiera el dueño.
Por eso denunció el caso al Ministerio del Trabajo donde fueron citados el 18 de julio, pero no asistió ningún representante de la estancia.
El 22 de julio, fue convocada otra reunión pero no fue enviado nadie. El caso de Nery será impulsado por la Asociación de Trabajadores Rurales.
Nueve casos
Simeona Brítez, presidenta de la Asociación de Trabajadores Rurales, dijo ayer a EXTRA que por el momento tienen 9 casos de caída de caballos; uno de los guainos perdió ambos brazos.
Además, comentó que ninguno de los peones heridos por los animales tiene IPS.