14 dic. 2024

De la imagen del Divino Niño Jesús brota un líquido sanador, afirman

Por día guardan uno a dos litros de “agua” que sale de la pequeña estatua sacra.

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La familia no pide nada a los devotos, solo que lleven vela para prender y rezar.

Gentileza

La imagen del Divino Niño Jesús, que doña Catalina Franco (80) compró, comenzó a “sudar”, tanto que tuvieron que ponerle en un recipiente para no mojar su nicho. La estatua no mide ni 20 centímetros, pero por alguna razón le brota gotas de agua.

La abuela, que vive en el barrio Costa Alegre de Itá, contó a EXTRA que hace cuatro años tuvo un accidente: se cayó muy mal cuando volvía de la chacra y estuvo internada 15 días en el Hospital Nacional de Itauguá.

“Yo me encomendé al Divino Niño para que mi caída no me deje secuelas y al día siguiente que me dieron de alta, le pedí a mi hija que me compre otra imagen del Divino Niño, uno más grande, pero no había y me trajo el único que tenían en el local”, relató la doña.

Aceptó y les dijo en guaraní: “no importa si es chico, a todos nos será de provecho” y fue así, pues al día siguiente, una de sus nietas fue a abrir el nicho y encontró que la imagen estaba mojada.

“Cuando vino mi hija le mostré y ella no creyó, revisamos por si era una broma y no, al día siguiente ya no solo su cara sudada, sino todo su cuerpo y se derramaba por todos lados, entonces le pusimos un recipiente”, dijo.

Desde entonces le suelen rezar y ahí más agua le sale y si hay niños mucho más, según testimonió.

Milagro

Según doña Cata, el primer milagro que realizó fue a uno de sus bisnietos, quien en el 2020 nació y su salud se complicó. “Los doctores ya no daban esperanzas, entonces vinieron a casa a medianoche y nos pidieron ayuda, nosotros le rezamos al Divino Niño Jesús y al día siguiente el bebé mejoró y ahora tiene 4 años ya”, manifestó.

Otro aparente milagro que le atribuye es el de una señora que ya no podía caminar bien porque sus pies y piernas estaban hinchados, entonces le dieron el agua que sale de la imagen para que frote por ella. “Ahora camina sin ayuda de bastón”, dijo ña Cata, quien alegó que hay que tener mucha fe.