Hola licenciado. Soy Noelia. Le escribo porque ya no sé qué hacer con mi pareja. Hace un año que estamos juntos y aunque al principio todo era pasión y emoción, ahora me siento vacía.
Él, solo quiere tener un ‘rapidito’, como si fuera una cosa solo para complacerle a él. A mí me gusta la previa, me gusta sentir que me desea de verdad, que me acaricia, que me besa, que me toma con ganas y con amor.
Al principio aguanté, porque pensé que era la emoción del comienzo, que después iba a aflojar un poco y sería más romántico. Pero no. Al contrario, cada vez está más apurado. Es como si fuera que por obligación nomás hace.
Ni me pregunta si estoy bien, si me gusta, si llegué o no. A él le importa su satisfacción nomás, y yo muchas veces me quedo con las ganas.
Una vez, para su cumpleaños, me puse una lencería roja que me compré en oferta en el centro. Me perfumé, me maquillé, apagué la luz, puse velitas y una música suavecita.
Velas
Entró en la pieza, y simplemente se quitó la ropa y sabes qué? No duró ni dos minutos. Se quedó dormido. Yo me quedé ahí, con las velas encendidas y totalmente insatisfecha.
Ya le hablé varias veces. Le dije que me gustaría que sea más romántico, que juguemos un poco antes para que yo también pueda sentir.
Le conté lo que me gusta, le dije que no me siento plena. Él me dijo que “eso es de película”, que “el sexo no es para tanto”, que lo importante es el momento. Pero, ¿y mi momento? ¿Y mis ganas? Yo también soy persona, también tengo deseos.
No le voy a mentir, a veces me siento tan insatisfecha que me dan ganas de estar con otro.
Compañero
Hay un compañero del trabajo que me re hincha y no voy a negar que a mi también me llama mucho la atención.
La vez pasada ya me dijo que le encanta cómo huelo, que se imagina abrazándome toda la noche.
Hasta un ex volvió a escribirme ¿quién no va a querer caer así si su hombre le descuida? Pero me atajo todito porque no quiero ser infiel.
Hasta llegué a llorar una vez después de estar con él porque me sentía usada. Y yo quiero sentirme mujer, sentirme deseada, sentir que mi cuerpo importa, que mi placer también es parte del momento.
No quiero dejarlo porque lo quiero, pero me estoy cansando. No sé si es que no sabe, no quiere, o simplemente no le importo. Pero estoy al borde de hacer una macanada. Y no quiero arrepentirme después ¿Qué hago? ¿Le doy una última oportunidad o busco a alguien que me valore?
La respuesta:
