Hola a mi querido diario EXTRA. Soy Ana. Todos los días leo las noticias de ustedes. Ahora necesito desahogarme porque siento que me estoy volviendo loca.
Tengo 30 años, estoy casada hace cinco con un hombre que juré amar para toda la vida. Él tiene 35 y siempre fue medio cerrado, pero últimamente se está comportando raro, algo hay ahí que no me huele bien che.
Todo empezó hace como un mes. Noté que llegaba tarde del trabajo, se bañaba apenas entraba a casa, dejaba el celular boca abajo y con clave, lo que realmente era raro porque él nunca usó clave. Pero no quería hacerme ideas en la cabeza, hasta que una tarde, lavando su ropa, encontré algo que me dejó helada.
Estaba revisando los bolsillos de su campera azul , esa que siempre usa para ir “a jugar fútbol con los muchachos”, y sentí algo raro. Metí la mano y saqué un paquetito. ¡Eran condones! Estaban cerrados, nuevitos, como si fuera que esperaban ser usados.
Caja abierta
La caja ya estaba abierta, y faltaba uno, obviamente ya lo usó, fue lo que pensé. Me sentí muy mal en ese momento, me puse a temblar, no sabía que pensar, ahí para mí ya todo estaba claro: “me poniendo los cuernos”, eso pensé, porque nosotros no usamos condón hace años, desde que decidimos tener hijos, hasta las pastillas dejé por él, porque él quiere un hijo, que por problemas hormonales, aún no está llegando.
Entonces, ¿para qué guarda los preservativos si nosotros no usamos? ¿Con quién usa ese preservativo si no es conmigo?
Como yo no puedo con mi ansiedad, no pude esperar a investigarle un poco más para descubrir la verdad y lo encaré.
Usá solo
Le mostré los condones. Pero me dijo algo que no sé si creer, que supuestamente usa para “masturbarse sin ensuciar”. Ahí mismo le dije que no soy estúpida, que no me mienta. Pero él juró por su madre que no me engaña, que es solo para eso. Y ahí le reclamé por qué tiene la necesidad de tocarse si me tiene a mí, conmigo tiene buen sexo, todas las semanas estamos teniéndolo. Desde entonces ya no puedo dormir bien.
Le revisé el auto. Encontré un ticket de un motel, pero me dijo que fue con sus amigos “para tomar algo tranquilos”. ¿Quién toma en un motel? No sé si estoy exagerando o si realmente me está metiendo los cuernos. Me siento insegura y usada. No sé si seguir con él o esperar una confesión que tal vez nunca llegue. Lo amo, pero ya no le creo nada ¿Qué hago?
La respuesta:
Es importante que te priorices emocional y mentalmente. Nadie merece vivir con la incertidumbre constante o sintiéndose insegura en su relación. Si bien lo amás, también es cierto que una relación sana necesita confianza mutua y honestidad.
Podrías considerar una conversación profunda, sin gritos ni culpas, para saber si está dispuesto a hablar con la verdad y, si fuera necesario, acudir juntos a terapia.
También recordá que no estás sola y que merecés paz. Si la situación no cambia o no podés volver a confiar, tal vez sea momento de tomar distancia y pensar en tu bienestar a largo plazo. A veces, soltar también es un acto de amor propio.