Respuesta:
Es natural que te sientas devastada y que ahora te toque hacerle frente a ese dolor que suponen las rupturas y el poner distancia con quien establecimos dependencia afectiva y emocional, es un proceso de duelo ciertamente; es enfrentarse ante la pérdida del ser amado.
Ahora bien; has decido terminar esta relación de manera a ponerte a salvo, ¿verdad? Entonces he aquí una razón fundamental para que te aferres a tu decisión. La relación en la que estabas, al ser como describís, con tratos abusivos e infidelidades, ya no podía continuar sin que tu dignidad personal estuviese agonizando como lo estaba.
Para contrarrestar tus ganas de desistir ante tu valiente decisión y no verte tentada a regresar con él, instalar el contacto cero es ley obligatoria, bloquealo de todas tus redes, evitá lugares que frecuenta, pedile a tus familiares y amigos que no te hagan llegar noticias con respecto a él, no lo menciones en tus conversaciones.
Permitite también escribirle una carta o hacer una especie de ritual de despedida, no recordando lo bueno, todavía no es el momento, ahora necesitás tener presente las razones por las cuales debés establecer una saludable distancia.
Enfocarte en tu recuperación y en volver a ser quien eras antes de la relación debe ser tu prioridad, recobrar tu seguridad y confianza, aceptar que hiciste todo para que las cosas entre ustedes funcionaran debe de aportarte aquella sensación de “hice más de lo que debí, él no hizo lo suyo, así que ¡adiós!”
Pensar sin buscar justificarlo puede ayudarte a asimilarlo. Siempre recurrir a psicoterapia para canalizar las emociones es otra opción para establecer nuevos proyectos personales y que te comprometan aún más con tu bienestar sería lo ideal. Buscá alternativas que te ayuden a incrementar tu nivel de satisfacción y no te detengas hasta volver a ser la mujer radiante que de seguro fuiste antes de que opacaran tu genuino brillo.