03 mar. 2025

Un regalo para nuestros abuelos

@gabi_zbaez @gabi_zbaez

“Santa Claus: Mi sueño es recibir de regalo un mantel diseñado con motivos de navidad”, escribió doña Arminda viuda de Ruiz, esperando que algún nieto del corazón aparezca y le lleve el regalo de Navidad que tanto espera. Al igual que ella, 189 abuelitos de Puerto Botánico guardan en su corazón el deseo de recibir visitas y no pasar solos las fiestas de fin de año.

Zapatillas, termos, remeras, víveres; son los demás pedidos que hacen. Con cosas tan simples podríamos hacer felices a nuestros abuelos, pero vivimos demasiado ocupados, encuadrados en nuestra rutina diaria en la que ellos tienen nulo espacio.

Cuando se acerca la Navidad y el Año Nuevo, nuestra preocupación se centra en la cena, en la ropa que vamos a usar, en el lugar donde vamos a ir después de las 12 y nos olvidamos de decir “te quiero” a quienes se encargaron de criar a nuestros padres.

Te pregunto a vos, ¿cuántas veces tomaste el teléfono y llamaste siquiera a saludar a tu abuelo?, quizás, al igual que yo, no pasó de dos veces este año. Somos ingratos y olvidamos que también nuestros cabellos se van a teñir de blanco, que también vamos a sentir la necesidad de ser abrazados por nuestros nietos y que no habrá peor lugar que la piecita del fondo.

Don Silvio es otro triste caso. Él vive en la vereda de la plaza Italia. De joven dio educación, comida, auto y casa a sus tres hijos, pero ellos se olvidaron de él. Lo dejaron tirado a su suerte. Su único escape es el alcohol y el cigarrillo, que por unas horas le alejan de su triste realidad.

Según los resultados del estudio realizado por una organización internacional, Paraguay es el tercer peor país de Latinoamérica para envejecer y esto se refleja a menudo en las calles colmadas de personas mayores, durmiendo sobre cartones porque han perdido su casa.

En estas fiestas, no seamos indiferentes al pedido de nuestros abues, recemos por ellos y vayamos a visitarlos a todos los que podamos. Démosles el mejor de los regalos: nuestra compañía. No dejemos que reciban el nuevo año con la soledad cargada en sus ojos.