Personas de todas las edades descubren sus brazos a los vacunadores y esto es un compromiso más grande cuando se trata de aquellos con miedo a las agujas.
Pero esto no es problema para algunos como la doctora Claudia Rodríguez, que se volvió viral al tratarle con cariño a un adolescente de 16 años en Encarnación.
Ella se puso un sombrero y una corbata para recibir de la mejor manera a sus pacientitos. Cuando llegó el turno de N.M., él prendió su cámara y admitió que tenía miedo.
“Es posíblena”, respondió ella mientras limpiaba con alcohol la zona a inyectar. Ella le hablaba y sin que el joven se diera cuenta terminó de vacunarle.
“Ojalá que sí pueda estar otra vez (para mi segunda dosis)”, dijo el joven a EXTRA.
En Caazapá también conocimos la historia de Alcides Pereira, quien es el favorito de todo el pueblo porque no hace doler el brazo.
“Saben que les hablo y mientras tanto ya les vacuno y no sienten dolor”, reveló.
Él fue el único vacunador de su puesto durante cuatro meses con más de 6.000 inyecciones.
Ojalá aprendamos de ellos cómo afrontar con alegría los pinchazos de la vida y ayudar a los demás a hacer pasar sus tormentos hablándoles desde el corazón.