Es difícil escapar del mundo de las apariencias y de la tiranía de los estereotipos hoy en día. Y la apariencia y la salud mental van ligadas de varias formas. En el trascurso de nuestras vidas iremos tomándonos con diferentes personas y a algunas de ellas nos tocará conocerlas de una manera donde nuestra propia estabilidad emocional estaría en juego.
Muchas veces vemos caras bonitas pero que quizás tengan problemas o trastornos mentales. Algunas de sus características son:
• Histriónicos con sed de llamar siempre la atención y hacer mucho ruido emocional en todo momento, su vida se vuelve un teatro, con sentimientos superficiales.
• Megalómanos: personas con fantasías delirantes de belleza, viven en un mundo exagerado, crean su propia historia y se la creen como si fuera real.
• Depresión y ansiedad: acechan a personas inseguras y desconectadas de sí mismas, tratando de llenar vacíos existenciales.
• Manipuladores: No les importa cómo ni cuándo, van a manejar personas y situaciones para lograr sus objetivos
• Narcisistas encubiertos: juegan a ser los pobrecitos, optan por el papel de víctima para llamar y captar la atención y así desviar de su verdadera cara.