El colegio donde terminé mis estudios cambió de nombre el 3 de febrero de 1989. La respuesta es sencilla: se llamaba “Presidente Alfredo Stroessner”. Hoy se llama “Nacional San Lorenzo”.
Precisamente, fue en la secundaria cuando un compañero un tanto rebelde repetía una y otra vez una canción de “Todos tus muertos”, un grupo argentino que mezclaba punk y reggae. La pieza musical lleva por nombre “Gente que no” y tiene un fuerte mensaje contra ese lado hipócrita de la sociedad.
Mañana, un gran sector de la ciudadanía festejará su “fecha feliz” porque es el cumpleaños del dictador. En el barrio San Pablo (sí, se llamaba Stroessner) habrá polqueadas y explosión de petardos. “Gente que no” tiene nada que reprocharle a quien fuera el amo de la muerte en Paraguay estará de farra. Otro sector anuncia actos para recordar a las víctimas del régimen sangriento y pedir por un país libre de todo tipo de dictaduras.
Hay algo que me gustaría decirle a Stroessner, esté donde esté, en la víspera de su cumpleaños: Ojalá algún día pidas perdón por “Todos tus muertos”.