Una joven de Ciudad del Este inventó un negocio espectacular. Enseguida fue noticia y le copiaron en Areguá, San Lorenzo y otras ciudades.
Cansada de que le elijan siempre para hacer el hielo en la casa, Tatiana Rolón comenzó a vender hielos descongelados a 500’i.
Sí, los hielos recién cargados en las bolsitas atadas a mano.
La mayoría de sus clientes son despensas y gente que no quiere hacer hielo.
Hizo 600 hielos en sus primeros cinco días. Sin ayudante, le salieron ampollas en las manos.
Además, hace servicio completo, ya que entrega a domicilio cuando compran a partir de 30 hielos.
¿De dónde salen los pioneros? ¿Cómo aciertan en sus decisiones? Pienso que simplemente siguen su llamado interior.
Están para satisfacer una necesidad que existe y nadie se da cuenta de que hace falta cubrir.
Tenemos que rescatar el impulso de esta joven y salir de nuestra zona de confort.
Ella contó que lo hizo más que nada para darle un mejor pasar a su hija de 3 años. Jamás le importaron tampoco las burlas que recibió en las redes.
Dio una verdadera cátedra de que la necesidad es la madre de todas las inventivas.