En el Hospital Nacional de Itauguá, dieron el alta esta semana al último paciente con COVID que había en una sala de terapia intensiva.
“Es gracias a la vacunación y los cuidados de la gente”, refirió la directora Yolanda González en contacto con NPY.
Explicó que ya liberaron tres salas de terapia de las cinco que estaban completamente ocupadas por causa de la pandemia.
Y esto tenemos que ver como una segunda chance que nos da la vida para hacer mejor las cosas.
Los hospitales están volviendo a destinar sus instalaciones a otras enfermedades y los pacientes que no podían consultar por miedo a contagiarse retoman sus tratamientos.
Pero esto no significa que tengamos que vivir la vida de siempre. Ya somos otras personas, somos los sobrevivientes del mayor desastre del siglo XXI.
No nos olvidemos que hace apenas una semana ahí teníamos a nuestros padres, madres, vecinos y amigos.
Todavía hay gente luchando a causa de otras enfermedades, así que no está mal brindarles el ánimo en la manera que esté a nuestro alcance.
Todos aprendimos que la vida es demasiado frágil así que todos podemos ser héroes con esta nueva espada que nos brinda la ciencia.