Hoy, la Cámara de Diputados debe estudiar el proyecto de ley para pagar el 100% del salario mínimo a las domésticas, que ya tiene media sanción en Senado.
Si se aprueba, el empleador, además de pagar el sueldo vigente de G. 2.112.562, tendrá que hacer la cotización del 14% de esa suma para pagar a IPS y la trabajadora el 9%. Por lo que aportarían a la previsional G. 460.000.
Según el gerente de prestaciones económicas de IPS, Pedro Halley, esto afectará notablemente al sector y recordó que cuando estaban solamente en el sistema de salud, estaban 27.000 trabajadoras domésticas, después quedaron 17.000 y ahora van a quedar 3.000, más o menos, y que muchas comenzarán a trabajar “negro”.
Las domésticas organizadas platean una solución para los que no puedan cumplir con las exigencias, de aprobarse el proyecto.
Una de ellas es pagar por hora. Es decir G. 10. 156. También podría ser por día, un jornal de G. 81.252, así las trabajadoras podrían trabajar en otros lugares que la ayuden a juntar el monto o más del salario mínimo.
Algo que siempre cuestionan es que las personas que hacen servicio domésticos no tienen estudios. Y la ley del salario mínimo no se calcula de acuerdo a la formación o los años de estudios.
“Se calcula de acuerdo a una canasta básica necesaria para una familia. Las personas que tienen estudios, en un régimen de meritocracia, deberían ganar más que el mínimo”, explica el portal Info Mujer.
El mínimo es eso, lo mínimo que necesitamos para vivir. Es el piso y no el techo. Está consagrado en la Constitución y todo trabajador tiene derecho a ganarlo.
Hoy se sabrá si la discriminación continuará hacia las empleadas domésticas, que actualmente solo acceden al 60% del salario. Son alrededor de 220.000 mujeres que hacen esta labor.