26 abr. 2024

Razonar con el corazón

El corazón suele ser engañoso, ya que está comandado por emociones que no siempre son sanas y que, al tener un grado de toxicidad, el camino al que nos lleva sería un andar en quebrantos sin un objetivo positivo.

En algún momento de nuestras vidas llegamos a un punto en que debemos decidir lo que nos dice el corazón o lo que nos dicta la razón. Suele ser una batalla bastante reñida de estos los lares. Simbolizamos las emociones con una representación del corazón, pero los mecanismos básicos que regulan las emociones se encuentran en el cerebro, y, en el caso de las emociones, no en el cerebro cognitivo o racional, sino en el emocional.

Hace muchos años se nos inculcó que debemos seguir al corazón como si fuera una brújula que nos llevaría al camino correcto, pero esto no siempre es así. El corazón suele ser engañoso, ya que está comandado por emociones que no siempre son sanas y que, al tener un grado de toxicidad, el camino al que nos lleva sería un andar en quebrantos sin un objetivo positivo.

Varias veces has dudado en lo que tenés que hacer y lo que realmente deseás. En algunos casos son tan claras las razones lógicas por más de que haya todas las ganas, pero el corazón o mejor dicho el cerebro emocional, con tan solo una razón, tiene más fuerza que 100 razones lógicas. Para que nos facilite el hecho de poder tomar decisiones, pensado con el corazón, es importante aprender a racionalizar nuestras emociones y de esta forma aprender a fusionar ambas partes.