14 may. 2025

Principios corrompidos

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Por Carlos Miranda @carmiranda94


Las Fuerzas Armadas abrieron sumario en contra de la teniente Carmen Quinteros, quien quedó “tras las rejas” luego de solicitar que se respete su derecho como madre y poder así amamantar a su hijo dentro del cuartel.

La situación despertó la ira ciudadana y miles de personas se mostraron a favor de la mujer que podría pasar el Día de la Madre encerrada, a menos que su situación se aclare en la brevedad posible y sea puesta en “libertad” nuevamente. La afectada enfrenta cargos por falta de “disciplina militar”.


También hay mujeres que defienden la soberanía nacional y a su familia a la vez”


Es notorio que no se hayan emprendido aún reformas en algunos reglamentos de las instituciones, siendo el campo de la milicia uno de los más cuestionados, atendiendo a que en la actualidad ya no solo los hombres pueden emprender una carrera militar; pero el reglamento vigente, que tiene alrededor de treinta años de antigüedad, conserva su tinte machista y discriminatorio. Sí, es cierto que apenas el 5% de los puestos en este ámbito son ocupados por el sexo femenino, pero ese no es un motivo para considerarlas como una fuerza inferior, ni física ni mucho menos intelectual.

Por encima de todo reglamento interno se encuentra la “Ley de Lactancia Materna”, por lo que dar de mamar a un/a hijo/a es un derecho y no un delito. En pleno siglo XXl todavía tenemos muchas cosas por cambiar y podríamos partir por eliminar las diferencias básicas entre uno y otro en base a un trato más humanitario.

Tomemos pues, el ejemplo chileno. En 2002, Michelle Bachelet asumió como ministra de Defensa, siendo la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de Chile y de América Latina. Ella diseñó y ejecutó una política construida sobre la base de los principios de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, de integración a lo largo de toda la carrera militar, de competencia profesional y búsqueda permanente de una mayor equidad. Hoy, el país trasandino posee un alto grado de participación feminina en la milicia en comparación al resto de la región y es uno de los que presenta menores índices de denuncias por tratos discriminatorios de diversas índoles.