11 dic. 2024

Por qué volvieron a ganar

@ruthbenitezdiaz @ruthbenitezdiaz

La pregunta que más de uno se hizo luego de conocer los resultados de las internas de la ANR, donde “los mismos de siempre” se convirtieron en los candidatos oficiales para las intendencias de Asunción y el área metropolitana: ¿Por qué? ¿Qué pasó de tanta queja, denuncias, manifestaciones? ¿Qué clase de electores somos? ¿Acaso sufrimos del síndrome de Estocolmo y nos enamoramos de los que nos hacen daño? Y es ahí donde se comienzan a separar las piezas para ver lo que sucede.

Arnaldo Samaniego superó ampliamente a Cynthia Tarragó y Oscar Tuma en capital. Cuando la prensa le consultó sobre cuál es el proyecto al que dará continuidad sabiendo que Asunción está llena de baches y basura, Samaniego se limitó a responder con otra pregunta: “¿Dónde hay baches?”. No cabe duda de que su tiempo al frente de la comuna le “fortaleció” la piel de la cara.

Asunción está sumamente destruida al igual que las ciudades vecinas. Pero lo más grave es que los responsables de tanto mal están habilitados por voto popular a volver a postularse a los mismos cargos: Édgar Quintana (Fernando de la Mora), Albino Ferrer (San Lorenzo), Roberto Cárdenas (Lambaré) y Heriberto Mármol (Mariano Roque Alonso) se quedan para seguir superpoblando los municipios. Cuando llegó el móvil que los llevaría hasta su lugar de votación, la gente se olvidó de los baches, de la basura, del tráfico, de las veredas rotas, de la cloaca y de su propia conciencia.

¿Por qué volvieron a ganar? Porque a la gente que realmente vota no le importan las obras, a ellos le mueve el dinero y los favores. El propio Calé indicó que el cartismo movilizó todo el aparato estatal para el traslado, medicamentos y víveres de la SEN, sin olvidar el voto de todos los empleados públicos temerosos de perder el trabajo.

La prueba de que la gran ganadora fue la estructura, es el ausentismo en el festejo colorado. Ahí se acabó la obligación y se demostró que los votos no fueron por convicción. Así funciona la estructura, que en Paraguay siempre gana a la conciencia.