Respeto y tolerancia, lo que tanta falta nos hace. El pirevai de la gente quedó reflejado con la visita del cantante argentino Elian Ángel Valenzuela, conocido artísticamente como L-Gante.
Se trata de un muchacho que la está rompiendo en varios lugares del mundo con su música. En un show decidió bajarse del escenario por problemas con la organización y lo llenaron de insultos, muchos de ellos xenófogos y clasistas. Con la escusa de que “canta el abecedario” le dijeron de todo. Lamentablemente es considerado “normal” que personas adultas o mayorcitas cuestionen la música que escuchan los más jóvenes. Personalmente no consumo la música de L-Gante, pero recuerdo que cuando era un adolescente también cuestionaron lo que me gustaba, por lo que me parece ridículo gastar energía en criticar las preferencias de las nuevas generaciones. Tampoco hay que ser hipócritas, en medio de un asado no le damos play a Beethoven en Spotify.
Es gratis y es muy fácil, dejemos de lado un poco la amargura y practiquemos la tolerancia. Dejemos a la gente ser feliz bailando Cumbia 420, cumbia villera, reguetón, rock, etc. Aplica para los gustos musicales y para todo en esta vida. Escuchar a L-Gante no está mal, lo que está mal es votar a los corruptos de siempre y vivir malhumorados por eso.