24 abr. 2024

Pesimismo que duele

Por supuesto que siempre podemos estar peor porque estamos en un país donde el virus aún más mortal es la corrupción.

Inyecciones.

Hace casi una semana, dos personas muy queridas y cercanas a mí pudieron recibir la vacuna anticovid. Pese a la lentitud con que se van inmunizando nuestros adultos mayores, hay un poquito de esperanza a lo lejos.

Uno de ellos, apareció como “fallecido” en el sistema de registro. Por suerte, se pudo solucionar. La otra persona, faltando diez números para su turno, avisan que se terminaron las dosis, que había que esperar. Por suerte, también logró inocularse. Pero esos instantes de desilusión en sus rostros, partían el alma.

“Estamos mal, pero podemos estar peor”, dicho por el doctor Guillermo Sequera, me despierta de un sopapo a la realidad. Por supuesto que siempre podemos estar peor porque estamos en un país donde el virus aún más mortal es la corrupción.

“En materia de mortalidad, estamos peor”, mencionó el Pastor Pérez, médico biólogo. Y la doctora Elena Candia, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Infectología dijo: “No hay lugar en los hospitales, no hay vacunas, no hay medicamentos, entonces, con qué cara le vamos a pedir a la ciudadanía que se encierre”. Malas noticias, una tras otras, que nos deja por el suelo.

Necesitamos soluciones, necesitamos vacunas, al costo que sea.