18 ene. 2025

Moria, que la coca te acompañe

@uruser @uruser

Reconozco haber llegado a esa edad en que las noticias se me mezclan. Así, esta semana mis pobres neuronas se han visto atacadas por dos hechos que, en mi loca cabeza, se han unido en una extraña conjunción.

Así interpreté que Moria Casán, la otrora despampanante y súpervoluptuosa vedette argentina y ahora, a sus 69 años, transformada en una especie de sátira de sí misma, en realidad vino a promover Star Wars, en la que actuaría como una rebelde ciudadana del universo empeñada en detener el avance inevitable de los años y el deterioro. Para lograrlo tuvo que lucir en su momento “la Josha”, un artilugio de dudoso gusto fabricado por un artesano paraguayo depositario de la Sabiduría Eterna.

Sin embargo, el Lado Oscuro se hizo dueño de Sir Garbellano, quien parece que quiso quedarse con ella (acá me hace acordar un poco al Señor de los Anillos) pero fue pillado. Garbellano, ya totalmente tomado por el Lado Oscuro, decidió dejar a la vedette con el entuerto y desaparecer sin dejar rastro (de hecho ya van dos años de eso).

El Lado Oscuro parece haber prendido también en algún representante de la Justicia, que quizás se vio tentado por un fugaz momento de Gloria (o algún otro interés menos intangible pero más redituable) y, aprovechando que Moria tenía consigo la Coca (un triste sucedáneo de La Fuerza), la dejó para responder por el delito.

Reconozco que mi saga podría continuar, quizás con una precuela que explicara cómo una señora con toda la experiencia del mundo viniera para quedar encerrada. Imagino también una secuela en la que la señora haga una serie de espectáculos con su experiencia como presa en Paraguay y estoy casi seguro que facturará mucho con sus entrevistas cuando llegue “ashá”.

Qué quieren que les diga, la película puede estar buena, pero hay cosas que no entiendo. Pero no me hagan caso, han de ser mis fatigadas neuronas nada más.