Este 25N fue particularmente especial para nosotras nos encontramos después de mucho y en un contexto pandémico de mucha violencia.
Marchamos por las 46 mujeres que hoy ya no están, por las niñas abusadas, por las mujeres campesinas e indígenas desalojadas de sus tierras, por las bomberas abusadas y acosadas, por todas las que sufren violencia en silencio.
Exigimos políticas públicas de estado que nos protejan, que la Justicia esté garantizada para todas las víctimas de violencia familiar.
Exigimos justicia para las estudiantes, para que Belén pueda volver al país y pueda terminar sus estudios universitarios.
Sepan, que nunca más van a tener la comodidad de nuestro silencio, ya nos callamos.
Lastimosamente, en el mismo día de lucha contra todo tipo de violencia, mujeres son maltratadas al momento de sus partos, en el momento más vulnerable de sus vidas son maltratadas por personal de blanco y nadie hace nada al respecto, exigimos mayor sensibilidad y empatía con las mujeres gestantes.
En este día levantamos a nuestras compañeras que no se animan a denunciar y hacerles saber que no están solas.