05 mar. 2025

Malas intenciones

@marianonin1 @marianonin1

Dije que no iba a hablar del tema, pero me afecta. Me duele. En las últimas semanas mi lugar de trabajo, Canal 13, se vendió unas cuantas veces. Algunas a Cartes, otras a Vierci y creo que también a Zucolillo. No es la primera vez que existen rumores al respecto. Es la forma de hacer negocios en un país desprestigiado por personas corruptas e inescrupulosas que activan desde poderosos grupos encendiendo todas las alarmas, minando al medio, para finalmente comprarlo por lo que quieren. La competencia desleal parece haberse apoderado de las transacciones en Paraguay, tanto que ya para nadie es sorpresa.

El Canal atraviesa por un momento difícil. La torta publicitaria se divide hoy entre más comensales. Muchos subsidian sus medios para mantener sus espacios de poder desde donde trafican influencias y sacan buenos dividendos. Ya no es necesario solo hacer buenos programas, apostar por lo nacional o jugarse a lo nuestro. Hoy la televisión se convirtió en un preciado botín para gente que ya no se interesa por el dinero tanto como por el poder. Es como una alfombra debajo de la cual buscan esconder la suciedad.

Y en el medio estamos nosotros, los trabajadores, bombardeados por versiones y rumores que hoy por hoy dominan nuestras emociones y nos llevan a un punto de estrés que afecta nuestras vidas.

Entendemos que un medio es un negocio. Una empresa. El dueño tiene las atribuciones de regirse por el mercado, haciendo las movidas que considere correctas para mantener su rentabilidad. Es normal. Nadie invierte dinero para perderlo después. Así son los negocios. No los rumores.

Quiero llegar a casa y estar tranquilo con mis hijos, como estoy seguro lo esperan todos mis compañeros. No me gusta esa sensación de inseguridad con la que nos bombardean. Me gano el pan haciendo lo que me gusta: las noticias. También mis compañeros.

Al final, como dice un refrán anónimo: “El rumor siempre es una técnica de manipulación”.