El fin de semana me fui de pesca con unos amigos. Buscamos un lugar tranquilo, lejos del ruido de la ciudad, para tomar tereré, relajarnos y probar suerte con los peces (porque en realidad no sabemos pescar). Decidimos ir del otro lado de la Costanera de Asunción, lugar al cual nunca habíamos ido antes y queríamos experimentar. Para llegar a dicho lugar tuvimos que atravesar el barrio Tablada Nueva de Asunción.
Lamentablemente lo que resalta son las pintatas políticas en los postes de la ANDE”
Este lugar yo lo conocía a grandes rasgos, pues ya lo había visitado en coberturas realizadas para el diario en la época en la que el papa Francisco estuvo en el Paraguay a mediados del año 2015. Recuerdo que en ese tiempo lucía limpio, ordenado y seguro. Pero todo cambió (empezando por el acceso al humilde barrio), ya no era el mismo que hace dos años atrás. Cruzando la avenida Artigas los caminos están intransitables. Nos acercamos a un pequeño almacén para comprar empanadas para el tereré rupa y el despensero nos comentó que las constantes lluvias destruyeron el acceso al humilde barrio y la Municipalidad de Asunción jamás se asomó por el lugar para reparar las calles. Adentrándonos más al barrio Tablada nos percatamos que en algunos lugares ni siquiera existen caminos, solo arena, barro y agua.
También observamos con nuestros propios ojos la pobreza con la cual se vive en dicha zona del país. Se siente como una bofetada ver a niños descalzos, rodeados de suciedad y algunas escuálidas gallinas.
Lamentablemente lo que resalta son las pintatas políticas en los postes de la ANDE y en las humildes paredes. Como aves de rapiña los politiqueros visitan el barrio Tablada Nueva y otras humildes zonas del país para esperanzar a los pobladores con mentiras y migajas. Todos sabemos lo que ocurrirá después de que esos mentirosos de pañuelos rojos y azules consigan los votos de los humildes, los volverán a olvidar, tal como lo hizo el Estado luego de la visita del papa Francisco.
Mi jornada de descanso terminó de esa forma, con mucha impotencia al ver a tantos compatriotas en esa situación, a los olvidados de siempre.