19 may. 2025

La historia del Braian, el Kevin y la “suicial”

@uruser @uruser

Quizás dentro de unos cuantos años, un columnista o un historiador mencione que en octubre del 2016 el pueblo todo, enfrentado a una crisis de valores sin precedentes y a una criminalidad desbordada y sin control, tomó el toro por las astas y unido y codo a codo con sus dirigentes, encaró el tema de la inseguridad en serio, combatiendo a la delincuencia con normas claras y personal idóneo, con las herramientas necesarias.

Paralelamente, acotará el sesudo columnista, se comenzaron a tomar las medidas para atender a los Kevin y a los Braian, a encarar seriamente el tema de las adicciones y las familias desmembradas, a propiciar su educación y su inserción, valorizando el trabajo de los docentes y no haciéndolos trabajar como porteros y guardias de seguridad, fortaleciendo el trabajo de las instituciones que deben velar por los niños.

Como otras medidas más profundas, agregará nuestro colega del futuro, los dirigentes reconocieron sus errores y su responsabilidad, poniéndose normas claras de conducta, eliminando las prebendas, las gratificaciones y los robos impunes que daban a entender que todo valía por la plata.

En el ámbito policial, profundizará el colega, se realizó una profunda revisión, se alcanzó la esencia misma de la institución, dirigida al servicio y a lo vocacional, desterrando el sistema perverso que hizo que una novata como la suboficial que actuó en el caso Tanya Villalba, sea corrompida a menos de un año de su egreso.

En el ámbito de las prisiones, finalizará el correcto columnista (que seguramente será mucho mejor que el que esto escribe), se sentaron las bases para que las prisiones cumplieran la función que deben cumplir y no sean depósitos de humanos averiados y universidades del delito.

Todo eso debiera decir nuestro imaginario columnista del futuro... pero probablemente dirá que en octubre del 2016, mientras el país se hundía en la inseguridad, sus dirigentes hablaban de reelecciones y de acuerdos realizados sobre las sillas volando y después del gran abrazo republicano.