25 abr. 2024

La esperanza en un mañana

Tengo que admitir que el solo hecho de que se haya habilitado la plataforma para inscribir a los mayores de 60 años y más, rango en el que se encuentra mi madre, me ha dado un poco de alivio.

Aunque ella tenga muchas dudas, igual que miles de personas, hay esperanzas de que en algún momento volvamos a compartir como antes, como siempre.

Ayer, con los pasos lentos aunque con muchas ganas de cambiar la situación actual los abuelitos de más de 85 años comenzaron a vacunar y otras vez sentí emoción.

“Le perdí a mi hermana hace ocho días, éramos como mellizas”, dijo entre lágrimas una doña de 88 años de San Lorenzo. Su hija lamentaba que su tía no haya podido llegar a inmunizarse.

“No me quería vacunar, pero me convenció mi nieto”, dijo otra doñita. Y Lilita Romero Pereira, voluntaria de la Asociación de Mujeres de Apoyo contra el Cáncer de Mama (Amacma), se llevó los aplausos. “Y si yo vencí el cáncer, cómo no le voy a ganar a esta mierda”, expresó la señora con un tono victorioso.

Esperamos demasiado tiempo para poder escuchar testimonios que llenen de fe en un mañana. Aún falta mucho, o mejor dicho, todavía faltan millones, pero cada vez menos para volver a abrazarnos.