05 mar. 2025

Hinchas de qué, hinchas de nada

Por Hugo Barrios @Huguelli Por Hugo Barrios @Huguelli

Al terminar el partido en el que Olimpia derrotó por 5-3 a River Plate, el domingo, 131 hinchas del Franjeado terminaron en la Comisaría 9 Metropolitana, luego de un enfrentamiento con simpatizantes de su mismo club, ya en las afueras del estadio Manuel Ferreira.

Pasaron la noche en la dependencia policial en calidad de detenidos, en lugar de hacerlo en sus casas con el sabor de la victoria de su equipo. Entre ellos había 28 menores y 13 mujeres. A la mañana siguiente, una señora fue al lugar y suplicó con lágrimas que la Policía suelte a su hijo. Alegó que el chico era inocente y que no tenía nada que ver en el conflicto. Madre hay una sola...

La versión oficial de la gresca habla de que un grupo de jóvenes emboscó a miembros de “La Barra del Olimpia” como represalia, por haber sido expulsados de la agrupación. Sea cual fuere el motivo del ataque, nada justifica la violencia, y una vez más los barras dan muestra de que constituyen un verdadero peligro no solo en los estadios, sino también en las calles.

Un domingo antes, después de mucho fui a ver jugar al Franjeado (sí, porque soy hincha del Decano). Había dejado de hacerlo, harto de que inadaptados te “pecheen” en el trayecto, en las esquinas, en las adyascencias de la cancha o en el colectivo.

Esta vez no fue la excepción y volvieron a decirme el clásico “Capé, puede ser pio un 2 mil para hacer el aguante. Sin corte, lecaya”. Si no accedés, corrés el riesgo de que te revienten, porque en grupo son muy gallitos y porque el sistema de seguridad que se despliega nunca es suficiente.

Detrás de cada barrabrava se esconde una vida llena de conflictos y penurias. Muchos no tienen trabajo, son adictos y el desarraigo familiar en sus hogares es moneda corriente. Todo eso y mucho más, sin embargo, no les da derecho a escudarse en los encuentros de fútbol para patotear o sembrar terror.

Me pregunto si es requisito ineludible ser un patotero para ingresar a sus filas. En ese caso, ¿hinchas de qué lo que son? Hinchas de nada. Ya tú sabes.