13 dic. 2024

Enero de ministros renunciados

@uruser @uruser

Contradiciendo el viejo dicho: “en enero no pasa nada”, el 2016 arrancó cargado de cambios en la selección de don Horacio. Gattini, de Agricultura, fue reemplazado sin muchas explicaciones, que hubieran venido bien ante diversos cuestionamientos a su gestión.

Sheila Abed se fue de Justicia para ocupar otro cargo y su reemplazante dijo que la prioridad es “hacer cárceles”. A mí me gustaría decir que la prioridad sería movilizar los procesos pendientes (gran parte de los que están adentro están sin condena) y que no sería mala idea priorizar la educación y la generación de fuentes de trabajo para disminuir la delincuencia... si, ya sé, estoy loco.

Pero el cambio estrella de este tórrido enero (disculpen, me moría por poner esa palabra) es el del exministro de Seguridad... si, el “ministro de Seguridad que temía por su seguridad”. En realidad, su ida fue el fruto de una pequeña y rápida serie de pequeños y casi jocosos hechos: le roban armas de guerra de un vehículo oficial blindado y que en ese momento dejó sin guardias, luego las armas se quieren vender por internet, él hace unas curiosas declaraciones y aparece un casi risible cartel en el noticiero (lo que la gente que sabe le llama zócalo, ese que dice quien es la persona y da alguna info).

El curioso zócalo decía: “El viceministro de seguridad teme por su seguridad” y abajo “Pide más seguridad el viceministro de seguridad”. Nunca sabremos si la redundancia fue a propósito o un error, lo cierto es que recorrió las redes y difundió la noticia rápidamente. Poco después llegó el alejamiento del ministro Ibarra: primero dijo que renunció, pero luego reconoció que “pidieron su renuncia” desde el entorno del ejecutivo.

A mí me quedó la duda: ¿habrá sido por el “zócalo maldito”? Ibarra, el ministro renunciado, está convencido que ese pequeño detalle ayudó. ¿Pueden influir tanto los medios? Eso, quizás, explique tantas compras realizadas el año pasado por... bueno, yasaésloo. Digo yo, que no sé nada...