Cuando nos enamoramos, nos convertimos en títeres del amor, una emoción muy intensa que nos hace ver la vida de una manera diferente, pero si no es controlada se puede tener dependencia emocional y otros tipos de problemas que podrían profundizarse si existen traumas emocionales.
Sin embargo, existen personas que son anti-amor que huyen de él por el poder que genera en nosotros y la discapacidad emocional que produce en algunas personas. Es por eso que usan más la razón que el corazón, pero ¿hasta qué punto es bueno o malo?
¿Cuántas veces has dudado entre lo que quieres hacer y lo que sabes que debes hacer?
Moverse entre lo que te dicta tu corazón y lo que te repite tu cerebro forma parte de la vida. Debemos aprender a racionalizar nuestras emociones y de esta manera poder equilibrar porque ningún extremo es bueno
Las mejores decisiones son aquellas en las que la razón acompaña al corazón. El corazón orienta y la cabeza decide. Hay tantas historias de amor, buenas y malas, y lo que debemos aprender y no olvidar es que existen diferentes tipos de amor y cada persona lo va a expresar de una manera y nos hará sentir de otra. Aprendamos a amar con la cabeza y pensar con el corazón.