04 mar. 2025

El último día de tu vida

@marianonin1 @marianonin1

El mundo se paralizó ante una tragedia que conmueve hasta las lágrimas. El terrible accidente del Chapecoense en Colombia solo es una excusa para despertarnos de golpe pensando en la vida. En lo que significa sobrevivir un día a la vez, con toda su carga de penas y alegrías.

Setenta y un personas perdieron la vida mientras iban tras un sueño. ¿Quién lo iba a imaginar? Un equipo de fútbol pequeño con una ilusión gigante… y de pronto la muerte, el luto que todo lo tiñe de negro, de desesperanza, de la inevitable e impredecible tristeza aun cuando pensás que te sobra tiempo para saborear la gloria.

Entonces nos detenemos y pensamos en las cosas que queremos y no hacemos, en la gente que amamos y no se lo decimos, en los abrazos que no dimos y los rostros que no acariciamos sabiendo que “solo somos marionetas en manos del destino” y que hay una frágil línea que nos separa de la muerte en cualquier parte del camino.

Basta un golpe, un motivo para recordarnos lo quebrantable que es la vida y lo efímeros que son los sueños que no nos esforzamos en conquistar. Las redes explotaron en muestras de solidaridad y pena.

No es para menos. El fútbol mueve multitudes, y en el juego de las emociones también cabe la desazón. Nos duele a todos. Somos humanos, seres con capacidad de entrelazarnos con las tragedias ajenas. Y si el mundo aún se puede conmover entonces no todo está perdido.

¿Pensaste alguna vez qué harías si fuera el último día de tu vida? Hacelo. No esperes, la vida no espera. Y cuando sea inevitable recordá esto: “La muerte no existe, la gente solo muere cuando es olvidada; si puedes recordarme, siempre estaré contigo”. Del libro “Eva Luna”, de Isabel Allende (1942)