@paredesjor33 Yo creo en la versión oficial de que los secuestradores del estanciero Rómulo Rojas huyeron despavoridos del sobrevuelo de helicóptero. También creo en la versión del ministro del Interior de que estos plagiadores son “ordinarios”. Voy a explicar el motivo por el que creo en las dos versiones.
Me enseñaron que solo se cree en lo que realmente no se sabe. Por eso creo que los secuestradores son ordinarios por tener miedo al sobrevuelo de la máquina. Y sustento mi afirmación en la “creencia” del miedo que provocó el helicóptero a los delincuentes, en la experiencia que tengo. Algunos de mis miedos, de la época de mi niñez, allá por la compañía Presidente Franco de Piribebuy, me marcaron.
Tenía miedo por ejemplo del “karai vosa” (sería el señor de la bolsa) y eso evitaba que saliera de la casa a cualquier hora. También del “kurupi las doce” sentía un temor y eso impedía salir en horas del mediodía. Como vivíamos en la campaña, a veces circulaba motocicletas por nuestro camino y el ruido del motor hacía que corriera despavorido.
Yo creo que los secuestradores del ganadero y su peón no superaron esa etapa de temor a los ruidos ensordecedores de las máquinas y cuando escucharon el sobrevuelo del “pájaro de hierro” con hélice se olvidaron de sus víctimas y pusieron pies en polvorosa.
La versión oficial del fiscal de la causa, Alejo Vera, da cuenta que “la acción policial fue determinante para que esos delincuentes huyeran ante sobrevuelos del helicóptero”. Y realmente deben ser ordinarios para tener miedo de la nave. Pero también son ordinarios los miembros de la seguridad pública para que unos “ordinarios” cometan un secuestro, cobren la recompensa, y salgan “huyendo” del helicóptero.
Y más ordinarios aún somos los que creemos en este tipo de versión que más bien parece un cuento chino. Y si sobrevuelan el helicóptero sobre las zonas donde podrían estar cautivos Edelio Morínigo y Abraham Fehr, a lo mejor consiguen asustar a los del EPP y huyan abandonando a los plagiados.