Sergio Etcheverry - @uruser
“Te mando un WhatsApp con lo que pienso”…, ¿alguna vez pusiste una frase similar en un mensaje? Sea lo que sea que eso signique ahora, en pocos años será otra cosa: una empresa promete que en breve será posible descargar nuestros sentimientos a un medio electrónico y obviamente, transmitirlo. Para ello, instalará en el cerebro un componente (hablan de electrodos, que me imagino que luego serán chips) que permitirá hacer ese trabajo. La posibilidad de una especie humana totalmente interconectada está a la vuelta de la esquina (o en un desarrollo de la tecnología). Lo que hemos visto en películas de aliens y ciencia ficción, será algo posible en poco tiempo. No solo podremos saber qué piensa cada ser humano en la Tierra, sino también saber qué siente (y lo que vota, lo que hizo y quizás lo que hará). Se terminarán las mentiras y las “dobles caras”. Qué quieren que les diga: me parece un poco monstruoso este tema. A veces pienso que estamos pasando ciertos límites “porque podemos nomás”. El trasplante de cabeza se prometió para el próximo año: podremos tener Trumps, Maduros, Rockefellers, MickJaggers, Georgeclooneys, Macris, Ronaldos o Messis eternos (menciono gente con mucho dinero que podrán pagar por el tema, pongan ustedes su propia lista), que vayan poniendo sus cabezas en cuerpos (que bien podrían ser clones del cuerpo original). La inmortalidad a punta de bisturí (o lo que sea que se utilice). Ya no hacemos los bebés “a la antigua” y hasta podemos modificarlos a nuestro antojo, nuestras relaciones se basan en la tecnología y podemos estar en nuestro solitario sillón pero “hablando” con 20 personas al mismo tiempo. Ya no somos lo que somos, sino lo que decidimos mostrar o aparentar y nos hemos hecho tan dependientes de esa imagen que hasta nos la creemos. Probablemente no vea yo ese mundo y no sé si me gustaría… para mí el humano debe ser mortal (¿qué clase de vida sería si fuera para siempre y eligiendo el cuerpo?), debe poder ocultar lo que piensa, ser algo solitario para valorar a los otros y hasta un poco egoísta para entender a los otros.