@santula Ni el más optimista de los patriotas, ni el más precavido de los corruptos contaba con esto. Nadie sospechó que aquellas sentatas se convertirían en una incontrolable ola de protestas estudiantiles, pidiendo sin política partidaria de por medio, la renuncia de Froilán y luego la de todos. Quienes hasta hoy subestiman la utilidad de las redes sociales, no entienden lo importante que fue la herramienta para conectar en un solo hashtag a todos aquellos que buscaban información en tiempo real, que los medios tradicionales no eran capaces de brindar.
Dejaron todo, tomaron sus universidades y no permitieron que las presiones y amenazas que recibían minuto a minuto afecten sus convicciones. Mucho menos se dejaron vencer por el cansancio. El setiembre paraguayo marcó un punto de inflexión en la historia de la juventud paraguaya. Hay un antes y un después de este 2015 y sobre todo, hay un aire de esperanza en un mejor país, sobre la base de una masa crítica y capaz de pelear por sus derechos.
Setiembre sacó la mejor versión del estudiantado. La versión combativa y revolucionaria, la versión que lejos de las prebendas se aferró a sus ideales y a su compromiso con la construcción de un presente diferente, con la esperanza de un futuro mejor.
Siempre dije que mi mayor temor es perder algún día la memoria y la capacidad de recordar los momentos vividos y hoy es esa memoria la que guarda el recuerdo de algo que con orgullo todos nosotros podemos contar a nuestros hijos y nietos.
Algún día, hurgando en los recuerdos vamos a encontrar capítulos de película como por ejemplo el de un rector que robó, dañó y persiguió tanto que cuando fue descubierto pensó que todo ese dinero iba a callar conciencias. Algún día recordaremos cómo estudiantes sacrificaron días y horas montando guardia, rodeando sus facultades, ante funcionarias corruptas que ante el mínimo descuido ingresaban a querer robar documentos pero terminaban evidenciadas en vivo por Canal 13 y tras las rejas.
Los jóvenes le dieron una lección a Froilán. Los demás si no aprenden ya saben lo que les espera.