En estos días una canción revoloteaba en mi cabeza. La había oído por primera vez en mis días de estudiante universitario, en un recital ofrecido por Ricardo Flecha junto a una orquesta sinfónica. Era una polca que contagiaba alegría y en sus letras había un no sé qué que hasta ahora no pude descifrar. Quizás por eso me conmovió y sigue conmoviendo. La encuentro profundamente emotiva y misteriosa.
“Donde mi canto pasó” fue escrita por Rudi Torga, un magnífico poeta nacido en San Lorenzo, que ofreció maravillosas fusiones entre el castellano y el guaraní. Arnaldo Llorens había compuesto una melodía, pero le faltaba la letra. Así que el escritor se encargó de darle forma y el resultado es una obra de arte.
“Es su idioma fraternal como la alborada, que para todos reparte ára pyahu, como una mano labriega surcos reclama, para sembrar en los seres el mborayhu”.
Esto es lo que dice parte del poema hecho canción. Torga afirma que donde exista incomprensión, su canto llevará hermandad. En mis primeros años como periodista, en el semanario Ko’etí de la ciudad universitaria, conocí una biblioteca que lleva su nombre, allá en el barrio Lucerito. Un homenaje más que merecido.
Hoy es una fecha especial para los sanlorenzanos, pues la comunidad del Ycuá Pa’i cumple 244 años de fundación, en coincidencia con el día de su santo patrono. La ciudad viene creciendo a pasos agigantados, así como han ido en aumento el desorden y los baches, por ejemplo.
Las autoridades poco o nada hacen para convivir con alguna pizca de hermandad y muchos de sus pobladores tampoco siembran el mborayhu. Las rencillas políticas muchas veces figuran como prioridad en sus gobernantes y las necesidades del pueblo aparecen así en el último punto del orden del día. La ciudad donde pasó el canto de Rudi Torga se merece algo mejor.
Ya tú sabes.