04 mar. 2025

De Orlando a Pedro Juan Caballero

@uruser @uruser

Para hoy tenía pensado escribir del terrible ataque en el boliche gay Pulse de Orlando, en el que murieron 50 personas y 53 quedaron heridas. Les quería contar de las dos teorías de investigación (odio a los homosexuales o islamismo radical) y mi teoría: la de una patología de Omar Mateen, el atacante (una homosexualidad reprimida) que fue perversamente dirigida por algún dirigente religioso para obtener sus perversos fines.

Pero no: una vez más, Paraguay nos golpea con ese viejo problema que, cada tanto, nos avisa que está allí, agazapado, sabido por todos pero por nadie encarado: el tema narco Nuevamente se confirma que una gran parte del país vive realmente bajo un poder paralelo, cada vez más desembozado y fuerte, que hace y deshace a su antojo en grandes zonas del país.

¿Te imaginás que frente a tu casa un grupo de 50 o 100 narcos se pelee a balazo limpio contra otros 30? ¿Te imaginás una noche de terror, con el sonido de las armas como ruido de fondo? ¿Te imaginás un ataque frente al colegio donde van tus hijos, a una cuadra de donde rezás? Eso fue lo que, entre el miércoles a la noche y ayer a la madrugada, vivieron los habitantes de Pedro Juan Caballero; así de simple, así de brutal.

En el país del “se veía venir” y donde las autoridades que deberían intervenir se limitan a decir “ya teníamos informes que se preparaba algo así” o “hay un poder paralelo que opera en el norte”, no es nada raro que ocurran estas cosas.

Hasta el propio y flamante titular del Senado, Roberto Acevedo, oriundo de Pedro Juan, sospechado (aunque no comprobado) de tener nexos y vínculos con el narcotráfico, al que presumimos con una fuerte guardia, dice no sentirse seguro y agrega: “El 50% de la economía de Pedro Juan depende del narcotráfico”.

¿Y ahora? ¿Qué hacemos? HC nada ha dicho. A los de a pie, a usted y a mí... ¿quién podrá defendernos? Porque el Chapulín ya se murió.