En esta vida estamos en permanente movimiento pendular entre un escenario y otro, y en un vaivén. Coincidir los tiempos ajenos con los nuestros podría ser toda una odisea. Ese punto de coincidencia tan pequeño y casi ínfimo entre dos personas, poder combinar los mismos tiempos es algo ideal.
Hay relaciones de pareja y amistades donde cada miembro tiene tiempos diferentes. Tal vez la misma edad cronológica pero una edad mental muy alejada una de la otra. Uno quiere hijos, casarse y la otra persona no. Otro grupo desea seguir la joda y llevarse el mundo de frente y vive el momento sin importar las consecuencias. Sin embargo están quienes desean estabilidad económica y emocional y viven un presente conforme al futuro que desean. Estas diferencias de los tiempos y prioridades son más marcadas y perjudiciales cuando se trata de relaciones de pareja, ya que cuando no coinciden empiezan a convertirse en relaciones inestables y desgastadoras y en su mayoría terminan mal.
Nunca dejes en otras manos tus tiempos, cada individuo madura y procesa de una manera diferente. El problema empieza cuando queremos acelerar o retrasar para poder coincidir, en algunos casos se pueden hacer pequeños cambios cuando hay interés y predisposición, pero cuando no, solo nos toparemos con una pared.