El Gobierno nos deja bien claro que no hay voluntad política para evitar la muerte de más paraguayos. Mientras el pueblo lucha en los pasillos de los hospitales públicos, más de 30 millones de dólares son destinados a seguros vip en diferentes estamentos.
¿Cómo le explicamos a don Joel que los políticos siguen haciendo vito del dinero del pueblo y que, los simples mortales, seguirán sin esperanza de acceder a un sistema de salud digno?
Desde su cama en el hospital y con falta de aire a causa del virus en su cuerpo, lloró la muerte de su mamá. Don Joel no pudo despedirse. Hasta puedo ver su rostro lleno de desesperación y lágrimas, como aquella vez que rogó a Mario Abdo medicamentos para salvar la vida de su hermano.
¿Se imaginan cuántos enfermos podrían acceder a medicamentos, a una internación en UTI, con más de 30 millones de dólares? Los médicos tendrían más herramientas para seguir en la batalla, sin tan solo el dinero que beneficiará a una casta seleccionada de funcionarios públicos fuese redireccionado al sector más vulnerable.
¿Cómo le explicamos a don Joel que el sistema perverso de opresores y siervos seguirá reinando?
En Paraguay, la unión e igualdad, solo existe en la letra del himno nacional y en el discurso inútil de los políticos corruptos.