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Los servicios de salud están colapsados, los hospitales saturados de pacientes y la escasez de medicamentos e insumos es una constante. Es la realidad cotidiana. No es nuevo ni tiene solución inmediata.
La Semana Santa no será la excepción, con el agravante que la mayoría de los funcionarios tendrán libre dejando a miles de pacientes en la desesperante espera en pasillos abarrotados en plena epidemia de dengue, pero tampoco es novedad.
Sucedió cuando comenzaron las obras del SUPERVIADUCTO, un día se acordonó la Autopista y se desató el caos. La Municipalidad culpó a Obras Públicas y Obras Publicas a la Municipalidad. Al final, los accesos alternativos fueron habilitados “así nomás.”
Y “así nomás”, los transportistas renovaron su flota, sacando a las calles colectivos climatizados con un “pasaje preferencial” para quienes puedan pagarlo…y para quienes no. “Así nomás”, intentaron justificar el gasto del FONACIDE construyendo escuelas “así nomás”, igual si mueren uno o dos chicos se paga un buen abogado y con los fiscales y jueces adecuados se puede dilatar un juicio hasta que todos se olviden…y aquí no pasó nada.
“Así nomás”, los que ostentan el poder evaden a la justicia y casos como la Niñera de Oro de Víctor Bogado, los caseros de Ibañez o los coquitos de Camilo quedan atrapados en una maraña judicial que apaña la impunidad.
Es triste, pero nos acostumbramos al “así nomás.” Pero el conformismo no es bueno, es una forma de permitir que nos roben y nos maten de a poco.